Carlos Paéz Vilaró
Carlos Paez Vilaró nació en Montevideo el 1° de noviembre de 1923. En su juventud se radicó en Buenos Aires donde se desarrolló como artista gráfico. Al regresar a Montevideo (por la década de 1940) se vinculó a las comparsas afro y generó un estrecho lazo con el candombe que lo acompañó en sus obras y en su vida.
En busca de nuevas fuentes de inspiración, inició un largo viaje visitando países donde la negritud tenía fuerte presencia como Senegal, Liberia, Congo, República Dominicana. Haití, Camerún y Nigeria entre otros.
En ese viaje realizó varias obras y múltiples exposiciones.
Durante sus viajes, conoció a grandes artistas como Picasso, Dalí, De Chirico y Calder en sus talleres y vivió con el Dr. Albert Schweitzer en el leprosario de Lambaréné.
En la década de 1960 comenzó con la construcción de Casapueblo, el lugar donde construiría su taller y viviría el resto de su vida. Casapueblo se encuentra en Punta Ballena, a 15 minutos de Punta del Este, y en la actualidad es el principal centro turístico de la zona y un paseo obligado de quienes visitan el balneario.
Actualmente existe allí un hotel y museo taller.
Si bien Paez Vilaró basó su trabajo principalmente en la pintura, también trabajó en la arquitectura, la cerámica, escritura, escultura, arte mural y candombe.
Se casó en 1955 con Madelón Rodríguez Gómez y se divorció en 1961. Tuvo seis hijos: Carlos Miguel, Mercedes, Agó, Sebastián, Florencio y Alejandro (los tres últimos, de su última esposa, Annette Deussen).
El 12 de octubre de 1972, el avió en el que viajaba su hijo Carlos sufrió un accidente y cayó en la cordillera de los Andes. El hijo de Paez Vilaró era uno de los integrantes del equipo uruguayo de Rugby del colegio Old Christians, que viajaba a disputar un partido en Chile. A pesar del sostenido esfuerzo, luego de ocho días de rastreos infructuosos cesaron la búsqueda y se dieron por muertos a los jóvenes. Sin embargo, Páez Vilaró no se dio por vencido. Reclutó voluntarios, consultó videntes y rabdomantes y se internó en las montañas en una búsqueda desesperada de su hijo. El 22 de octubre inició una búsqueda sin mucho éxito.
Sin lograr adelantos con su búsqueda, Páez Vilaró, estaba a punto de regresar a Uruguay para pasar las fiestas con su familia cuando llegó la llamada que esperaba desesperadamente: el avión había aparecido y habían sobrevivientes.
Él fue el encargado de leer para la radio la lista con los 16 uruguayos que estaban vivos, entre los cuales se encontró con el nombre de su hijo que leyó sumamente emocionado.
Radicado en Casapueblo ganó gran renombre como artista y se convirtió en un referente de la cultura nacional. Su gran pasión, el candombe, estuvo presente hasta en los últimos años de su vida donde continuó participando de los desfiles de Llamadas.
Uno de sus últimos trabajos fue a mediados de 2013 cuando pintó un mural en el renovado Mercado Agrícola de Montevideo.
Entre sus múltiples textos se destaca el poema dedicado al sol, símbolo recurrente en su vida.
"Adiós Sol…! Mañana te espero otra vez. Casapueblo es tu casa, por eso todos la llaman la casa del sol. El sol de mi vida de artista. El sol de mi soledad. Es que me siento millonario en soles, que guardo en la alcancía del horizonte".
Falleció el lunes 24 de febrero de 2014, a los 90 años en su escultura habitable Casapueblo.