José Cuneo
José Cúneo Perinetti (Montevideo, 11 de setiembre de 1887- Bonn, Alem,ania, 19 de julio de 1977). Su obra se caracteriza por la serie de ranchos, lunas y acuarelas del campo uruguayo que realiza a partir de 1930, cuando se radica en Florida y Melo. Aprende dibujo en el Círculo de Bellas Artes con Carlos Ma. de Herrera y comienza cursos de escultura con Felipe Menini. Parte muy joven a Turín donde ingresa al taller de Leonardo Bistolfi y dibuja con Antón Mucchi que le decide a la pintura. En París en 1909, su admiración prende en una exposición de pasteles y acuarelas. A su vuelta a Montevideo trae una serie de "jardines" y "lagos italianos", que muestran una composición de formas en planos grandes, muy decoradas y de exaltado color. En 1911 se trasladar a París, estudiando en la Academia Vity con el colorista Anglada Camarasa y Van Dongen. En 1914 inicia sus paisajes uruguayos en el Departamento de Treinta y Tres. En 1917, otro viaje. Es corto pero influyente en la obra de Cúneo y, por consecuencia, en los otros pintores uruguayos que reciben a Cúneo a su regreso, ávidos de nuevos mensajes. La atracción de ese momento para Cúneo ha sido Gauguin que en Tahití pintó una obra que podía ser rectora para lo nuestro: era una cultura europea en un paisaje tan virgen como el uruguayo. Del francés y sus seguidores toma la pintura a largos planos de color separados para no ensuciarlos, llegando a veces en el desarrollo de ese estilo a dejar entre los planos vecinos el vacío de la tela sin cubrir. Otro de los viajes influyentes en Cúneo fue el que realizara en 1927. Las deformaciones expresionistas de Chaim Soutine, expresándose en una perspectiva emocional, agrandando o achicando los objetos o moviéndolos según el grado de sugestión que de ellos recibe el artista, se adentra como concepción selectiva favorable para el temperamento romántico de Cúneo. Compone a base de diagonales más aptas para traducir un mundo de inquietudes y temores. Cúneo ha usado desde entonces para sus futuras series de "Ranchos" y "Lunas", las diagonales, con voluntad y rigor de lucha contra el equilibrio estético. El pintor pasa un alarga temporada en la campaña de Florida realizando una serie de cuadros sobre temas de los rancheríos, los ranchos de terrón y paja brava, la miserable vivienda del paisano criollo que emerge del terreno como un accidente de la misma tierra. Cúneo dará la luna enorme agrandada, acercada a la tierra por una perspectiva emocional que empequeñece al hombre y su residencia. En verdaderos paisaje planetarios, plantea francamente el problema de los infinitos y abre en los cielos inconmensurables y en los abismos del borde del planeta, la angustia del más allá. Vuelve a Europa en 1954 e incursiona en la pintura abstracta. A su regreso al Uruguay firma su producción de esta época con su apellido materno, Perinetti. A partir de los años 1960 logra reconocimiento internacional. En 1961 expone una retrospectiva de sus 50 años como artista, pero su vida artística llegará a abarcar 70 años de producción. A partir de 1963 el reconocimiento de su obra alcanza importantes distinciones internacionales. Es premiado en la X Bienal de San Pablo en 1969 y en 1974 recibe el Premio Nacional de Pintura de Cagnes su Mer. En 1976 vuelve a Europa, donde fallece un año después, en Bonn.